Regiduría y Ayto. Dirección
Una comitiva melancólica desfila, desde el fondo de la nada, con el deseo irrefrenable de hacerse visible en un mundo acostumbrado a ignorar.
Paso a paso, huella a huella, maleta a maleta; portando todo lo que poseen. Lo poco que aún no se les ha arrebatado. Marca el paso un hombre con el globo terráqueo sobre sus hombros, no es Atlas. Es una de esas criaturas a las que los depredadores han cargado con el peso de un mundo sin piedad. La comitiva va creciendo a su paso nutriéndose de seres que piensan que ese es su sitio. El vacío marca su huella. Sin nada entre las manos, perdidos, desorientados, con la dignidad quebrada.
Los pobres son tan pobres que no tienen ni sueños; cuando alargan la mano no intentan tocar la luna, solo sobrevivir. Descansan. Intentan hacer presente su historia, romper la rutina, tomar
conciencia. Pero la espiral les condena a su eterno vagar. Sin salida, sin rumbo, sin futuro; atrapados en El pequeño Circo de la Pobreza.
El pequeño Circo de la Pobreza es un espectáculo de teatro que sale del alma, de lo que duele. Una visión de la realidad, una realidad que soñamos que cambie. Abrimos los ojos, los oidos, vimos, escuchamos y ahora intentamos poner el foco en las personas cuya existencia está presa en la desesperación.
Concebimos el teatro como un arma cargada de presente que puede ayudar a cambiar el futuro.